jueves, 19 de abril de 2012

Antes de dormir, hoy pensé en ti.

Me gustaría que supieras tantas cosas y me enoja mucho el no poder decírtelas, lo podría resumir en una frase, pero como siempre hay que explicarte las cosas.
Hay días que me desesperas, me enojas, me aburres, me molestas. 
Pareces niño chiquito, todo preguntas y todo se te tiene que repetir, porque a la primera nunca entiendes, a veces te grito porque no escuchas, te frustras de la nada, crees que te las sabes todas y al escucharte hablar de la vida, yo, con poca experiencia te puedo decir que te falta mucho por aprender, haces tonterías, no piensas las cosas, crees que nada tiene consecuencias. 
Crees que por ser tú puedes hacer lo que se te de la gana y en el mundo no funciona así, te han pasado mil y un cosas que te faltan reflexionar, caes en los mismo errores una y otro y otra vez. 
Te ríes cuando no es chistoso, insistes en hacer cosas que a mi gusto no están bien.
Eres imprudente y no te das cuenta, crees que tienes todo bajo control, y déjame y te digo que las cosas nunca funcionan como esperas. 
Hablamos de cosas sin importancia, a las que tu les quieres dar filosofía.
La quieres hacer de psicólogo y tu eres el que lo necesita. 
Te crees fuerte y no lo eres, crees que sabes como moverte y hacia donde vas, yo te veo y solo corres en círculos. 
Eres viciado, orgulloso, medio nefasto y simplemente no sé porque nos podemos llevar tan bien. 
Pero la verdad a la hora de la hora es por lo que aquí sigo, por ese estrés que me causas, porque me gusta ayudarte y medio encarrilarte hacia donde creo que quieres ir, porque me choca como te vistes, como te ves, como sonríes, como piensas, tu vaga experiencia, tu gran ego que va de la mano con ese orgullo que siempre termina por alejarnos y simplemente YO ya no sé que hacer. 

domingo, 25 de marzo de 2012

Dos amores.

Desde el jueves quería escribir esto y la verdad es que no me he dado el tiempo, pero por fin aquí está. 
El jueves me fui con unos amigos a un bar, estábamos discutiendo de varios temas y resultó que uno de los asistentes también escribía, él traía su cuaderno y comenzó a enseñarme, dentro de sus varios escritos encontré uno que me llamo mucho la atención. 
En este escrito él comenzaba a hablar sobre que en la vida tienes siempre dos amores, el tan hablado amor de tu vida y el hombre/mujer de tu vida. 
El amor de tu vida siendo definido como esa persona que te lleva de lo más alto a lo más bajo, el que te trae de cabeza, el que te quita el sueño, por el que das más sin importar el resultado, el amor no pensado, el soñado, el de las películas, el que rompe todo esquema, el que te saca de tus casillas, te altera, te enoja, te desespera, el que no controlas, el que lastima, el que dejas entrar a lo más profundo de ti y como resultado final sale con alguna tontería o por orgullo y por eso termina; ese amor que no se olvida, el que te debería de pagar todas esas borracheras en su nombre, que por lo general terminan en una llamada, ese amor que realmente siempre se queda en tu memoria, pero es ese amor con el que no ves un futuro debido a tanta inestabilidad. 
Luego está el hombre/mujer de tu vida, que es esa persona con la que vas a compartir, a soñar, a crecer, una persona que te da estabilidad, te da cariño, hay control, hay cariño, hay estabilidad, hay futuro, hay calma paz y tranquilidad; los momentos son buenos y malos pero no son extremos, es sencillo por lo general, las cosas se hablan de forma calmada, los problemas se arreglan y se ven del tamaño que realmente son, sacrificas cosas pero no demasiadas, haces lo que tienes que hacer y esa persona hace lo mismo. 
No digo que en una haya más cariño que en la otra, pero realmente son muy distintas, no es que una valga más la pena, ni nada, pero realmente yo era una persona con la ilusión de encontrar a alguien que me diera todo, pero viendo la dualidad de estos personajes ahora creo que esto no será posible. 
Es chistoso cuando comienzas a ver las cosas de esta manera, porque realmente comienzas a reflexionar bastante sobre lo que buscas en un futuro, ya que si buscas una vida tranquila, pues ya sabes a quien buscar, mientras que si buscas libertad y emociones entonces la respuesta es justo la contraria; son cosas que hay que valorar.
En fin, esto fue lo que me quedé pensando ese día, esperemos que de verdad si haya un persona que contenga todo y en vez de que el día que vuelva a escribir esto el título sea “Error, son 3”. 

jueves, 22 de marzo de 2012

Si siguiera mis consejos...

Todos somos buenísimos para aconsejar, según nosotros nos ponemos en los zapatos de la otra persona y después de analizar todo lo que nos cuentan nos volvemos como magos y encontramos la mejor solución al problema en cuestión. 
Pero déjenme les digo algo... NO LO HACEMOS TAN BIEN. 
Y ¿Cómo es que digo esto? ¿Cómo estoy tan segura? porque cuando nos encontramos en la “misma” situación no podemos hacer lo que aconsejamos. 
Sabemos que deberíamos de hacer, pero no lo hacemos, le damos vueltas a todo y al final nos quedamos con la idea de que en nuestro único y maravilloso caso, el consejo previamente dado no va a aplicar. 
No creo que debamos de dejar de aconsejar pero si deberíamos de tomar nuestros consejos, al fin, nosotros los dimos por que eran buenos así que no hay porque no tomarlos. 
Y si no los vamos a tomar, entonces no tenemos porque decirle a alguien mas que los tome, porque eso sería un tanto hipócrita y tonto. 
No digo que yo realmente lo haga, pero si lo quiero empezar a hacer; últimamente he reflexionado un poco sobre las situaciones en las que me encuentro y me doy cuenta que tendría la mitad de los dilemas que en este momento vivo si siguiera mis consejos. 
Si lo hubiera hecho, en este momento viviría en una paz y calma conmigo, pero esto ya no está sucediendo así, ahora mi vida es un relajo que ni yo puedo entender o solucionar, así que por experiencia les quiero decir que sigan sus consejos y siempre hagan lo que crean correcto. 

jueves, 15 de marzo de 2012

Lo que te haga feliz.

Desde ayer, en la madrugada estaba hablando por teléfono, una acción que se ha vuelto una costumbre en mi vida durante los últimos meses, de estar feliz platicando que había hecho en mi día, hubo un comentario que me cambio la cara totalmente, como es costumbre me puse de cortante, un poco indiferente y colgué la llamada. 
Durante mi noche estuve dando vueltas y vueltas, realmente no pude dormir, en la mañana otra llamada de teléfono que por lo general me hace muy feliz, me puso de malas. 
Fui a la escuela y no entré a mi primera clase, me encontré a un amigo después y optamos por ya no ir a las clases que nos faltaban y mejor irnos por comida y algo de tomar; Ahí fue cuando comenzó a componerse mi día. Mi amigo y yo discutíamos temas tan raros y tan divertidos que comencé a sonreír, Gracias Dios, ya era hora. 
Después me fui a mi clase de porra, llegué temprano y comenzamos a la hora que debíamos, ahí fue donde todo comenzó a acomodarse.
El día de hoy vi un avance muy grande dentro del equipo, vi otra actitud, vi disposición, vi ganas de hacer las cosas, vi iniciativa; cosas que realmente yo valoró y admiró de las personas; lo mejor de todo fue ver todo esto en una actividad que a mi me llena cada vez que la hago. 
Así que descubrí que de eso se debería tratar, no funciona así siempre, realmente son pocas las cosas que todos los días podemos disfrutar, pero cada vez que hagamos algo que si nos llene debemos que aprovecharlo al máximo y nunca volverlo parte de una rutina, nunca verlo como algo que ya damos por hecho que hacemos.
Disfrutemos las cosas buenas que nos da la vida, los momentos felices, veamos las cosas malas como etapas y experiencias que, espero, no dejen algo además de un no tan padre sabor de boca. 
Me encantaría poder hacer siempre lo que me gusta, pero lo pienso y realmente creo que muchas cosas perderían el chiste. Así que mejor haré las que tengo que hacer porque son obligación y disfrutaré toda actividad que hago por el simple hecho de que quiero y disfruto hacerla. 

Disfruta cada día lo que te haga feliz. 
En fin esta fue mi reflexión del día y aquí se las comparto. 

miércoles, 14 de marzo de 2012

Regresando a lo de antes

Regresando a lo de antes.

Pasan los días y parece que esto de escribir se vuelve más difícil, cuando hay tiempo no hay inspiración y viceversa, pero pues el día de hoy me decidí a revivir este blog, el cual ya estaba en estado de coma.

Hablando con un amigo el otro día comenzamos a hablar de las vidas de ciertas personas, las cuales son muy importantes para mí, un grupo dentro del cual mi amigo está incluido, lo chistoso fue que después de una larga conversación se me ocurrió utilizar la frase “Son míos”, la cual nos llevo a otra discusión sobre si eran o no eran míos la cual, para variar, no llego a ningún lado, lo único que me quedo fue la frase “no somos objetos”.

Así que me quede pensando y decidí que habría que escribir de algo así.

Todos volvemos a las personas objetos en cierta medida y volvemos humanos a los objetos de igual manera.

¿Normal? Creo que sí, aunque haya personas que crean que él ser objetizadas es algo malo, dentro de mi vida me gusta creer que no lo es; El objetizar a una persona muchas veces ayuda a la toma de decisiones, pues te quita esa nube en la que tenemos a la gente y nos lleva a una decisión mucho más coherente.

De hecho la palabra objetizar no existe, la palabra sería objetivar la cual se refiere a individualizar una idea, darle un carácter objetivo, quitar contexto.

Hay veces en que realmente es mejor el tener un punto de vista más real de las cosas, el tener un visión subjetiva a veces nos lleva a decisiones que nos llevan al arrepentimiento, aunque también se puede ver el otro lado y muchas veces nos perdemos de cosas muy importantes (emocionalmente hablando), por estar pensando las cosas de más.

Llegar a un punto de equilibrio entre estas dos cosas es complicado, pero es posible. Una persona que sabe a que darle vueltas y a que no, es una persona que podrá vivir sin arrepentimientos y dormir tranquila con sus decisiones.

Pues ahora si que “cada quien”.