miércoles, 14 de marzo de 2012

Regresando a lo de antes

Regresando a lo de antes.

Pasan los días y parece que esto de escribir se vuelve más difícil, cuando hay tiempo no hay inspiración y viceversa, pero pues el día de hoy me decidí a revivir este blog, el cual ya estaba en estado de coma.

Hablando con un amigo el otro día comenzamos a hablar de las vidas de ciertas personas, las cuales son muy importantes para mí, un grupo dentro del cual mi amigo está incluido, lo chistoso fue que después de una larga conversación se me ocurrió utilizar la frase “Son míos”, la cual nos llevo a otra discusión sobre si eran o no eran míos la cual, para variar, no llego a ningún lado, lo único que me quedo fue la frase “no somos objetos”.

Así que me quede pensando y decidí que habría que escribir de algo así.

Todos volvemos a las personas objetos en cierta medida y volvemos humanos a los objetos de igual manera.

¿Normal? Creo que sí, aunque haya personas que crean que él ser objetizadas es algo malo, dentro de mi vida me gusta creer que no lo es; El objetizar a una persona muchas veces ayuda a la toma de decisiones, pues te quita esa nube en la que tenemos a la gente y nos lleva a una decisión mucho más coherente.

De hecho la palabra objetizar no existe, la palabra sería objetivar la cual se refiere a individualizar una idea, darle un carácter objetivo, quitar contexto.

Hay veces en que realmente es mejor el tener un punto de vista más real de las cosas, el tener un visión subjetiva a veces nos lleva a decisiones que nos llevan al arrepentimiento, aunque también se puede ver el otro lado y muchas veces nos perdemos de cosas muy importantes (emocionalmente hablando), por estar pensando las cosas de más.

Llegar a un punto de equilibrio entre estas dos cosas es complicado, pero es posible. Una persona que sabe a que darle vueltas y a que no, es una persona que podrá vivir sin arrepentimientos y dormir tranquila con sus decisiones.

Pues ahora si que “cada quien”.

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